30 DE DICIEMBRE DE 2008
Quiero hablar de esta palabra tan de moda últimamente en internet y tan necesaria: captcha.
La gracia de internet está en el feedback que se produce, en que tú escribas algo y otro te conteste lo más rápidamente posible. Normalmente se piden registros para que los patrocinadores se atreban a poner publicidad y la web pueda mantenerse. Pero como que a mucha gente le da palo registrarse para decir cuatro palabras se permite hablar a personas sin registro, lo cual permite a un visitante casual aportar su granito de arena. O incluso permite a un usuario común decir algo con otro nombre para no ser descubierto (aunque mediante IP's se puede descubrir quién es, si usa el mismo ordenador).
El caso es que el principal problema de hablar como usuario no registrado es que los boots (programas que envían spam [publicidad no deseada]) pueden llenar de insulsos mensajes con enlaces a webs la lista de comentarios. Dichos boots no son personas, son programas que lo hacen todo automáticamente. Es por ello que la mejor solución son los captcha, unos sistemas de seguridad que pretenden hacerte demostrar que eres una persona con cabeza que introduces las cosas con coherencia.
El captcha lanza al azar un seguido de premisas, por lo que el boot no puede adivinar al azar una de ellas y así todo mensaje se entiende que es enviado por un humano (aunque en el blog del qué hay, sorprendentemente, humanos que envían spam, pero son casos aislados porque un humano no puede lanzar la cantidad de spam que envía un boot).
Bueno: la cuestión es que, admitiendo la gran utilidad real del medio y aplaudiendo esta genial iniciativa para evitar que internet sea un recolector de basura por culpa de máquinas que crean caca, quiero hacer mi característica nota humorística al medio (pero, eso sí, dando a conocer mi satisfacción en todo momento).
La palabra Captcha es una palabra que me atrapa: suena muy a "catch" e incluso suena muy similar a "trampa". O sea, que un Captcha suena a "¡cuidao: una trampa que te atrapa!", me imagino una especie de cebo de osos con un cartel de los de "warning" con su exclamación y su fondo amarillo.
Captcha es una palabra tan difícil de pronunciar que todos decimos "chapta". Por lo que en esta ocasión suena a "chapter" (episodio). Vamos, que debe ser el uso coloquial de decir episodio, aquí le diríamos "epi" o "epichollo" o algo así (si de "what's happen" sacan "wha's up", digo yo que de "chapter" sacarán "chapta", ¿no?).
Captcha también suena a "captao", como si fuese un radar que detecte el spam, como si alguien escribe a lo loco y le dicen "eeep, que te captchtao! tú no te cuelas, chaptlao!".
El principal captcha es el usado en este blog: el de introducir unas palabras que surguen al azar. Vale que son imágenes porque si fuesen texto usarían algún modo de copiar-pegar que jodería el invento; pero digo yo: ¿por qué en muchas ocasiones tienen formas raras las letras, o incluso les meten rallajos para que cueste indentificarlas? o como que suelen ser letras sin-sentido pues a veces cuesta diferenciar una O de un 0 o una l de un 1, y cosas así. Muchas tienen la opción de "pedir otro texto", pero para los que no son tan sofisticados no queda más remedio que seleccionar tu texto, copiarlo con control+C y, en el caso de que la O fuese un 0 puedes reescribir con control+V para que tu texto no se pierda en el olvido.
Pero hay captchas más inverosímiles: una vez me dijeron que contase cuántos gatos habían desperdigados por las letras. No sólo te obligaban a jugar al "¿Dónde está Wally?" sino que además era un ejercicio completo de percepción, porque muchos gatos se veían aprovechando las formas sinuosas de las letras, dando gatos con formas un tanto peculiares, que si gatos estirados que aprovechan en hueco entre la P y la J y cosas así. No exagero si os digo que lo mismo os pasabais (como poco) cinco minutos antes de poder enviar el mensaje, gracias a los gatitos.
Se deben aprovechar de las multifacetas de los captchas para hacer bromas a drede: en uno de ellos ponía como título: "demuestra que eres humano". Suena a "como no lo aciertes me demostrarás que eres más tonto que las piedras". Te decían que dijeses la quinta palabra de una oración. Digo yo: ¿cuánta gente habrá escrito la quinta letra, en vez de la quinta palabra, y verá que su mensaje muere en el olvido?
El futuro de los captchas (si es que ya no existe algo así) será el poner preguntas de trivial, o de mindtrap, o lo mismo te montan un 50X15 y puedes pedir el comodín de la llamada o algo así, o igual te ponen el "password" y te dicen "adivina la palabra secreta con las pistas: *Fruta *amarillo *ácido" y que tengas que decir "limón". ¡Tiempo al tiempo!
Porque si un día te preguntan "¿de qué color era el caballo blanco de Santiago?" digo yo que podrás vacilarles respondiendo: "Santiago no tenía caballo". ¡Toma ya!
Desde aquí mando un abrazo fuerte a los captcha (¡hazte con todos! captch' all him!) y darles las gracias por evitar la basura internáutica en la medida de lo posible.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario