lunes, 18 de mayo de 2009

El fútbol frustra

18 DE SEPTIEMBRE DE 2008

A veces me he cuestionado por qué me gusta más el básket que el fútbol. Quizás porque usar las manos es menos violento que usar los pies, al menos si con la mano necesitas destreza para que entre en un aro y no como en el futbol que, con tal de que la bola pase una línea determinada, sólo necesitas meter chupinazos para que entre "a saco". Pero tiene más meollo el asunto, y es por cuestión de juego y su frustración. Me explico:

Digamos que el objetivo (aparte de pasarlo bien, pero eso es una cuestión de gustos) es ganar. Y para ello tienes que hacer algo: en el básket, meter canastas; en el futbol, meter goles. Lo frustrante del fútbol es que puedes terminar cero a cero y no haber alcanzado tu objetivo, mientras que en el básket, aunque no ganes, al menos tienes el consuelo de haber hecho lo que debías hacer, que es nada más y nada menos que meter puntos.

No hay nada peor que no conseguir tus objetivos: ¿quizás el fútbol simboliza la esperanza de anhelar algo inalcanzable? ¿como la zapatera pobre que aspira ser princesa, soñando que algun día lo conseguirá fruto de un príncipe azúl que se fije en ella y le permita realizar su sueño? Igual. La lotería es una esperanza, el fútbol parece alimentarse de ello y por eso lo convierte en el deporte rey.

Porque en baloncesto se vive el suspense de ganar o perder, mientras que en fútbol pueden quedar empatados y quedar campantes, en vez de sentir satisfacción sienten complacencia. Hay la cosa que de los penaltys para darle ese morbo, pero en la Liga, por ejemplo, eso no existe. Mira tú si es listo el básket que se inventa los playoffs para mantener despierto el entusiasmo de todos. El fútbol, mientras seas mejor que el resto ya vale para ganar.

De todos modos, la miga está en la posibilidad del 0-0. ¡no puede haber nada peor para un futbolista! La gran pregunta es: ¿los únicos felices serán los porteros? ¿2 de 22? ¡¿qué frustrante, no!?

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