Cómo dejar de fumar

4 DE ABRIL DE 2005

Siempre he pensado que el mejor y único método para dejar de fumar es la fuerza de voluntad. Pero por todos es sabido que no todo el mundo la tiene, y menos con un producto que crea adicción al cerebro humano. Yo, como no soy fumador, no sé qué se siente al tener mono de tabaco, pero parecer ser que te impulsa a consumir sin que puedas dejar de fumar (y te produce irritación malagaitera, pero bueno, eso son efectos secundarios).

La cuestión es que siempre he creído en un método drástico para dejar de fumar, pero que seguro que si se sigue al 100 % el individuo dejaría de fumar, con unos resultados cien por cien satisfactorios. Y el asunto es sencillo. Fue algo que me ocurrió a mí con la adicción que tenía con los "cacaítos" (que es así como le llamo a los Eagle, esos cacahuetes fritos con miel y sal que tan ricos están). Cuando empezaba un pote no podía evitar dejarlo a la mitad, y en dos veces que lo consumía me acababa un pote entero. No podía seguir así, estaba claro, hasta que un día mi madre le dió un siroco y dejó de comprarlo. No tuve más remedio que dejar comer "cacaítos". Y se me fue la adicción. Pues bien: ¿no pensáis que dejar de fumar es lo mismo? Si quieres dejar de fumar, ¿por qué no haces como si no pudieses fumar? Vamos, engañarte y decirte "quiero fumar, mataría por fumar, pero ya no existe el tabaco. Lo han exterminado. Por más que quiera no puedo fumar porque ya no es posible conseguir un cigarro". ¿No creéis que es el mejor método para dejar de fumar? Seguro que, como quién no quiere la cosa, acabas perdiendo las ganas de fumar.

Nota: Esto, a todos los fumadores que se lo he dicho, el 75 % me ha dicho que es una parida y el otro 25 % me ha respondido que mientras fumen los demás y aspiren su tabaco seguirán teniendo ganas de fumar. Así que he llegado a la conclusión de que quien no quiere dejar de fumar es simplemente porque no quiere dejar de fumar (valga la redundacia), vamos, porque prefiere sentir el humo en su boca y en sus pulmones antes que dejar definitivamente de fumar.